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Ruta de las fortificaciones de frontera
Explora las fortificaciones de frontera más impresionantes de España en nuestra comarca: Yecla de Yeltes, San Felices de los Gallegos, Ciudad Rodrigo, Aldea del Obispo y Almeida
¿Alguna vez te has preguntado cómo protegían las fronteras de España en la época medieval? ¿Cómo defendían su territorio contra los ataques enemigos? Si eres un apasionado de la historia, sabrás que las relaciones entre vecinos no siempre son fáciles. Menos cuando hablamos de países. En esta entrada os damos las pinceladas para que podáis realizar este viaje por la raya que delimita el sudoeste de la provincia de Salamanca y Portugal, alrededor de donde nos encontramos en Saelices el Chico con las fortificaciones de frontera más impresionantes de España, que te harán viajar en el tiempo hasta la época de las guerras y consquistas.
En unos pocos kilómetros, podemos encontrar murallas de la Edad de hierro, castillos medievales, trincheras o baluartes del XVIII. Evidencias de que la vida en la frontera fue una apuesta de riesgo.
Desde la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León y de los ayuntamientos de Yecla de Yeltes, San Felices de los Gallegos, Ciudad Rodrigo y Aldea del Obispo llevan tiempo impulsando la ruta de las fortificaciones de Frontera.
La ruta tiene en estas poblaciones cuatro centros de interpretación sobre las arquitecturas prerromana, medieval y de los siglos XVII al XIX. Nos sirven para conocer de forma amena la evolución de las fortificaciones a lo largo de dos milenios, dentro de los centros y en sus entornos, también musealizados.
Esta ruta por la provincia de Salamanca nos permitirá descubrir los secretos de la arquitectura militar y su evolución en el tiempo, pudiendo comprobar sobre todo como el paso a la edad moderna modifica las fortificaciones de una manera abaluartada.
Empezamos este viaje en la localidad de Yecla de Yeltes. Frente al templo parroquial se localiza el Aula Arqueológica, prólogo necesario para la posterior visita al yacimiento de Yecla la Vieja. El castro lo encontramos un kilómetro al sur de la localidad y tiene el acceso señalizado. Su impresionante cincho defensivo, una contundente muralla de más de un kilómetro de longitud, abraza el cogollo en el que los vetones situaron una de sus poblaciones, 500 a.C.
Además de la colección de grabados, más de 100, que pueden descubrirse a simple vista en algunas de las piedras de la muralla, merece una especial atención el efectivo campo de piedras hincadas que antecede el arranque de las murallas, plantadas allí por los defensores para dificultar cualquier acercamiento hostil a pie o a caballo.
En San Felices de los Gallegos el Castillo fue levantado en primera instancia por don Dionisio de Portugal y ostenta una robusta torre del homenaje de la época de los Reyes Católicos.
La visita a la ciudad tiene otros atractivos, como su recinto fortificado, la iglesia, conventos... El interior del castillo está dedicado a Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificaciones de Frontera, con un recorrido interpretado por los elementos defensivos que lo rodean.
Aldea del Obispo está a tiro de cañón de las tierras portuguesas. Entre 1736 y 1762, tras el estudio de varias alternativas, se ejecutan las obras siguiendo el proyecto de Moreau. El Fuerte jugó un importante papel durante la Guerra de Independencia.
Un paseo por el Fuerte de la Concepción de Osuna nos enseña las proporciones de la fortaleza, su puerta principal, su patio de armas, sus fosos, sus revellines... Y su figura de estrella salida de un mapa, patente en las maquetas y en una vista aérea.
Y no cabe mejor colofón para este viaje fronterizo que llegarse hasta Ciudad Rodrigo, donde, además, es posible recorrer a pie por completo el camino de ronda de su magnífica muralla con forma de estrella. El legado monumental que ofrece esta localidad, del que sobresale la impresionante catedral, es el resultado de un prolongado papel protagonista en diferentes capítulos de la historia, especialmente durante la Guerra de la Independencia. Además de recabar información en la Oficina de Turismo, debe visitarse el Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortificaciones, situado junto a la Puerta del Conde.
Este viaje no podía terminar sin visitar Almeida (Portugal), en el siglo XVIII, tras la de Elvas, la segunda fortaleza más importante del país también a tiro de cañón de la fortaleza de Aldea del Obispo pero del lado portugués. Su planta forma una estrella asimétrica de 12 puntas, con baluartes y revellines.
La muralla tiene un perímetro de unos 2,5 kilómetros, con un foso que alcanza en algunos puntos los 60 metros de anchura y los 10 de altura. Esa planta que vemos actualmente data de finales del siglo XVIII.
Recomendación: un recorrido por la historia y las fortalezas de frontera
Fotografias de https://www.terranostrum.es/ y https://siempredepaso.es/